La calificación energética permite comparar el consumo energético y las emisiones de CO2 de un edificio, con edificios de características y ubicación similares. Es un claro indicador del estado del edificio, ya que una buena calificación energética es un claro indicativo de que un edificio está bien conservado.
Los edificios son grandes consumidores de energía, ya que para mantener sus condiciones de confort son necesarios sistemas de climatización y agua caliente sanitaria. Se estima que consumen algo más del 30 % de la energía final y son responsables de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono en España, según el IDAE. Al igual que con los electrodomésticos, el certificado energético de una vivienda proporciona al consumidor información objetiva sobre su gasto energético en comparación con otros edificios y cuanto mejores sean las características constructivas de los cerramientos y la envolvente, mejor será la calificación energética.
¿Qué son los certificados de eficiencia energética?, ¿cómo y quién los elabora?, ¿qué tienen en cuenta? Veamos algunas de estas cuestiones básicas para comprender mejor el certificado energético y cómo se puede mejorar la calificación energética de un inmueble.
¿Qué es un certificado energético?
El certificado energético es un método de cálculo que se realiza mediante unas aplicaciones homologadas por el Ministerio. A partir de datos tomados del proyecto o de una visita al edificio, permite estimar su comportamiento energético respecto a otros edificios similares. Proporciona así a la persona interesada en comprar, alquilar o reformar una vivienda información útil acerca de sus características energéticas y el gasto anual aproximado en energía.
Este contiene una escala que va de la «G» a la «A» en función de las emisiones de CO2 a la atmósfera y del consumo de energía del edificio, siendo la G la menos eficiente y la A la más eficiente. Además, debe incluir una propuesta de medidas para mejorar la calificación energética del inmueble. Medidas o acciones como las que veremos un poco más adelante en este artículo. Un certificado de eficiencia energética lo realiza un técnico competente, esto es, un titular colegiado que pueda garantizar su validez.
¿Cómo se elaboran los certificados energéticos? ¿Qué tienen en cuenta?
El objetivo de la certificación energética es promocionar la eficiencia energética en el parque inmobiliario mediante la rehabilitación del parque de edificio existentes, la construcción de nuevos edificios con mayores exigencias energéticas y la utilización de energías renovables. Todo ello sirve para minimizar las necesidades de energía y reducir sus emisiones de carbono. La Certificación Energética de los Edificios entró en vigor en 2013. Según lo dispuesto en el Real Decreto 235/2013, desde el 1 de julio de dicho año es obligatorio emitir estos certificados para la compraventa y alquiler de viviendas en nuestro país, tanto nuevas como ya existentes. Un edificio o vivienda sin certificado o con el certificado en curso puede ser un indicativo de una vivienda en mal estado o con patologías ocultas.
Los aspectos que se tienen en cuenta a la hora de calcular la calificación energética de edificios son múltiples: normativa vigente en edificación, la geometría del edificio, la zona climática donde se ubica el inmueble de acuerdo con el CTE, «piel» del edificio, instalaciones integradas en la vivienda, instalaciones con fuentes de energía renovable... Si bien, todos ellos pueden agruparse en dos categorías principales:
- Consumo energético del edificio.
- Emisiones de CO2 derivadas de generar la energía que este necesita.
Acciones para mejorar la calificación energética de edificios
Un edificio eficiente con categoría A consume hasta un 90 % menos de energía. Las siguientes son algunas de las medidas que se pueden adoptar para mejorar la calificación energética de la vivienda:
- Reparar fachadas y mejorar el aislamiento térmico (envolvente del edificio).
- Cambiar las carpinterías.
- Analizar las tecnologías más adecuadas para cada proyecto.
- Sustituir los equipos de calefacción de la vivienda por otros más eficientes, como calderas de condensación, bombas de calor o recuperadores de calor.
- Incorporar energías renovables como paneles solares, térmicos o fotovoltaicos para autoconsumo.
- Utilizar Iluminación LED más eficiente.
¿Qué ventajas tiene un edificio eficiente?
Mejorar la calificación energética de un inmueble, haciéndolo más eficiente, y certificar dicha eficiencia conlleva una serie de ventajas tales como:
- Factor de diferenciación respecto a otros inmuebles (imagen «verde»).
- Mayor valor de la vivienda en el mercado.
- Menor consumo energético y, por tanto, ahorro de costes.
- Ahorro de impuestos. Las casas más eficientes o que ahorran más energía tienen reducciones del IBI de hasta un 20 % (categoría A).
- Mayor confort y bienestar para los usuarios del edificio o vivienda.
La sostenibilidad de nuestro planeta y la lucha contra el cambio climático pasa por garantizar la eficiencia energética de las edificaciones. En este sentido, y conforme a la normativa europea, desde 2021 los edificios de nueva construcción deberán ser edificios de consumo casi nulo (nZEB); a partir de 2019 en el caso de los edificios públicos. Un edificio nZEB tiene un consumo de energía nulo o muy bajo y, además, este debe proceder de fuentes renovables.
Mejorar la calificación energética de edificios aporta menores consumos y más confort a sus ocupantes, entre otros muchos beneficios tanto para el bolsillo como para el medioambiente. Reformar nuestra vivienda es una oportunidad para hacerla más eficiente y sostenible. Infórmate sobre las posibles subvenciones de la Administración.