El agua es un recurso fundamental para la vida, la salud y el desarrollo humano. Sin embargo, su disponibilidad es limitada, y la presión sobre las fuentes de agua dulce aumenta con el crecimiento demográfico y la urbanización.
El consumo de agua forma parte de nuestro día a día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Demandamos grandes cantidades de litros de agua, sin ser muy conscientes del cúmulo de litros que acabamos gastando.
Por ello, reducir nuestro consumo de aguay reciclar aquella que usamos es una alternativa cada vez más utilizada y necesaria. También se trata de una condición cada vez más común a la hora de construir edificios sostenibles y obtener certificaciones sostenibles como LEED o BREEAM.
Reutilización de agua a nivel de edificio
Podemos darle una segunda vida al agua que usamos a diferentes niveles. Empezando por reciclar agua a nivel de edificio, se implica la implementación de sistemas de tratamiento y reutilización de agua dentro de la propia estructura del edificio, permitiendo reducir la dependencia de fuentes externas.
Algunas de las medidas para reciclar agua en un edificio son:
- Captación de agua de lluvia: Mediante la instalación de sistemas de recolección de agua de lluvia en la cubierta del edificio, es posible almacenar agua para su posterior uso en aplicaciones no potables, como el riego de jardines.
- Tratamiento de aguas grises: Las aguas grises, provenientes de fuentes no contaminantes como lavabos, duchas y lavadoras, pueden ser tratadas mediante sistemas de filtración y desinfección para su reutilización en actividades como el riego de plantas o la descarga de inodoros.
- Reciclaje de agua en procesos industriales: En el caso de edificios comerciales o industriales, el reciclaje de agua puede extenderse a procesos específicos que requieren grandes volúmenes de agua, como la refrigeración o la limpieza industrial mediante sistemas de tratamiento avanzados.
Sistemas de recolección de aguas pluviales
Reciclaje de agua en ciudades
A nivel urbano, el reciclaje de agua se vuelve aún más relevante, especialmente en entornos altamente poblados, donde la demanda de agua es alta y los recursos hídricos son limitados. Algunas de las estrategias y tecnologías utilizadas en el reciclaje de agua a nivel urbano incluyen:
- Tratamiento avanzado de aguas residuales: Mediante procesos de tratamiento químico, es posible purificar aguas residuales para su reutilización en aplicaciones como el riego urbano o la recarga de acuíferos.
- Reutilización de aguas pluviales: Además de la captación de agua de lluvia a nivel de edificio, las ciudades pueden implementar sistemas de recolección y almacenamiento de agua pluvial a nivel urbano, utilizando esta fuente para el riego de parques y áreas verdes, el llenado de estanques o la recarga de acuíferos subterráneos. La gestión de las aguas pluviales se lleva a cabo a través de SUDS, Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible.
- Desalinización y reutilización de agua de mar: En regiones costeras donde el agua dulce es escasa, la desalinización de agua de mar puede proporcionar una fuente alternativa de agua potable. Además, el agua de mar desalinizada puede combinarse con aguas residuales tratadas para aumentar la disponibilidad de agua no potable para usos urbanos.
La implementación exitosa de sistemas de reciclaje de agua a nivel urbano requiere una coordinación estrecha entre autoridades locales, empresas privadas y la comunidad en general. Es fundamental contar con políticas y regulaciones claras que fomenten la adopción de prácticas sostenibles y promuevan la participación ciudadana en la gestión del agua.
Sistemas urbanos de drenaje sostenible en ciudades
¿Cómo abordan las Certificaciones Sostenibles el reciclaje de agua?
BREEAM y LEED, dos de las certificaciones de sostenibilidad más prestigiosas a nivel mundial para edificios, destacan por su enfoque en la reducción del consumo de agua y su reutilización. Ambas certificaciones cuentan con una categoría específica dedicada al agua (Water/Agua en el caso de BREEAM y Water Efficiency en el caso de LEED).
Es importante destacar que el principal objetivo de estas categorías es reducir el consumo de agua, ya sea a través de la instalación de griferías de bajo caudal o la selección de vegetación con bajos requerimientos hídricos para áreas verdes. Además, es fundamental llevar un seguimiento adecuado del consumo de agua, ya sea mediante medidores inteligentes o un sistema BMS.
Una vez se garantiza que los edificios reducen su consumo de agua, el reciclaje del agua también se considera en estas categorías. En el caso de BREEAM, se premia la reutilización de aguas grises o pluviales, lo cual se refleja en los créditos AG1 y AG4 de la certificación. Las aguas grises, provenientes de actividades como lavar platos, ducharse o lavarse las manos, pueden ser tratadas y reutilizadas de manera eficiente para usos sanitarios. Del mismo modo, el reciclaje de aguas pluviales también se incentiva, permitiendo un ahorro significativo de agua cada vez que se descarga una cisterna.
En el caso de LEED, la reutilización del agua de lluvia se encuentra recogida en la categoría Sustainable Sites, en concreto en el crédito Rainwater Management, que puede otorgar hasta 3 puntos en la certificación. En este crédito, se valora el agua de lluvia como un recurso valioso y se promueven técnicas para minimizar las zonas perturbadas en el entorno del proyecto, limitar las superficies impermeables, e infiltrar, filtrar, almacenar, evaporar o retener el agua de lluvia cerca de su fuente.
En conclusión, el reciclaje de agua en edificios y entornos urbanos es una práctica fundamental para la conservación de este recurso vital. Desde la captación de agua de lluvia hasta el tratamiento de aguas residuales, pasando por la reutilización de aguas grises, cada acción cuenta en la construcción de un futuro más sostenible. La colaboración entre distintos actores, el desarrollo de tecnologías avanzadas y el cumplimiento de estándares de certificación sostenible son pasos clave hacia una gestión eficiente y responsable del agua en nuestras comunidades.