La calidad del aire en el interior de una vivienda repercute de forma directa a la salud de sus ocupantes a causa del prolongado tiempo de exposición y uso. Para garantizar la habitabilidad de las viviendas en España y la salud de sus ocupantes, se aplica el Código Técnico de la Edificación (CTE), el marco normativo que establece las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios y que determinan cómo debe ser un edificio nZEB.
El Código Técnico de la Edificación se compone de varios documentos, que pueden ser de carácter reconocido, básico o de apoyo, juntamente con guías de aplicación. Uno de los documentos básicos del Código Técnico de la Edificación es el Documento Básico de Salubridad (DB HS).
El CTE Salubridad establece reglas y procedimientos para garantizar el requisito básico de "Higiene, salud y protección del medio ambiente" en los edificios. Su objetivo es limitar los riesgos para la salud de los residentes y prevenir el riesgo de que los edificios se deterioren y de que deterioren el medio ambiente en su entorno inmediato.
Bomba de muestreo inteligente del aire
Exigencias básicas del CTE
El CTE Salubridad se compone de seis secciones (HS1 - HS6) que abordan aspectos esenciales para la salubridad de los edificios y que son de obligado cumplimiento. Estas secciones son:
- Protección frente a la humedad (HS 1): incluye requisitos para la impermeabilización adecuada de los elementos constructivos expuestos al agua para prevenir problemas de salubridad por humedad, como las pendientes de las cubiertas y los detalles constructivos de muros y soleras.
- Recogida y evacuación de residuos (HS 2): los edificios generan una gran cantidad de residuos durante su ciclo de vida, y es importante gestionarlos en cada fase. Se deben establecer procesos para separar, transportar y desechar los residuos de manera sanitaria y ambientalmente adecuada.
- Calidad del aire interior (HS 3): Esta sección se desarrolla en profundidad a continuación.
- Suministro de agua (HS 4): se refiere al diseño de la instalación de suministro de agua potable, de forma que sea apta para el consumo y que este también sea sostenible.
- Evacuación de aguas (HS 5): dicta cómo debe construirse el edificio para la correcta evacuación precisamente tanto de las aguas residuales como de las pluviales y escorrentías.
- Protección frente a la exposición al radón (HS 6): su objetivo es reducir el riesgo de exposición al gas radón procedente del mismo terreno en espacios interiores. Se trata de una sección añadida al documento básico (DB HS) a finales de 2019.
HS 3, sobre la calidad del aire interior
La tercera exigencia básica del CTE Salubridad, Calidad del aire interior (HS 3), se relaciona directamente con la salud humana. Por eso, es importante seguir una reglamentación clara y efectiva para protegerla.
Para garantizar una buena calidad del aire en el interior de los edificios residenciales, el CTE Salubridad dicta que se deben respetar los caudales de ventilación mínimos establecidos. De esta manera, se asegura que la concentración de partículas de CO2 no supere los límites permitidos y se evita la acumulación de otros contaminantes perjudiciales para la salud humana. La siguiente tabla muestra los caudales mínimos que marca uno de los métodos que determina el CTE Salubridad para asegurar la calidad del aire interior, teniendo en cuenta las diferentes estancias de una vivienda y su número de ocupantes:
Tabla con caudales mínimos en locales habitables. Fuente: Documento Básico de Salubridad del CTE
Para asegurar estos caudales mínimos de ventilación, el CTE Salubridad dicta que la vivienda debe contar con un sistema de ventilación, que puede ser híbrido o mecánico. Así, cada estancia debe ventilarse con aire proveniente del exterior . Asimismo, durante los periodos de no ocupación, es esencial que la aportación de aire exterior sea suficiente para eliminar los contaminantes no relacionados con la presencia humana.
La normativa también incluye el diseño de un sistema de circulación de aire que garantice una distribución equilibrada de la ventilación en todas las áreas de la vivienda. El aire debe circular de las áreas secas , como las habitaciones y la sala de estar, hacia las áreas húmedas , como la cocina y el baño, donde se realiza la extracción de aire. Para que la circulación del aire sea posible, hay que instalar aberturas de paso entre los locales con admisión y los locales con extracción.
La normativa también dimensiona la sección de los conductos de ventilación, que dependen del caudal de ventilación y de si la ventilación es híbrida o mecánica.
Elemento de ventilación en una vivienda
Repercusión en la eficiencia energética
La sección HS 3 del CTE de salubridad no solo es importante por su impacto en la calidad del aire, sino también en el confort y la eficiencia energética de la vivienda. La renovación del aire ayuda a mantener una temperatura óptima en el interior de la vivienda, siempre y cuando se logre un equilibrio adecuado entre la ventilación y la prevención de pérdidas de calor innecesarias.
El documento ha sido actualizado para cumplir con la nueva normativa europea de consumo casi nulo , lo que ha resultado en cambios en los requisitos mínimos de aportación de aire en locales habitables.
Cómo afecta a las certificaciones de sostenibilidad
Las certificaciones sostenibles, como LEED, BREEAM , WELL y DGNB , evalúan la sostenibilidad de los edificios en varios aspectos, incluyendo la sección H3 del Documento Básico HS 3 del CTE de Salubridad. Estas certificaciones consideran no solo la contaminación del aire por el uso del edificio, sino también las sustancias contaminantes que producen o emiten los materiales empleados para construirlo. El edificio de vivienda plurifamiliar Vila Bonaplata, gestionado por Bialto, es un claro ejemplo de edificio verde que cumple con el objetivo de minimizar su impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.
Por otro lago, algunas certificaciones sostenibles fomentan la instalación de sensores de detección de CO2 para medir la calidad del aire interior y ajustar la ventilación en consecuencia. También promueven el uso de sistemas de ventilación mecánicos eficientes y la implementación de prácticas de mantenimiento adecuadas para asegurar una buena calidad del aire interior y un alto nivel de confort para los inquilinos.
En conclusión, en Zero Consulting consideramos que la ventilación de los edificios es fundamental para garantizar la calidad del aire en su interior y, por lo tanto, el confort y bienestar de sus ocupantes. Vivir y respirar en un ambiente limpio beneficia la salud del residente, de ahí su importancia. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio entre la ventilación y el consumo energético , evitando el exceso que puede llevar a un mayor gasto de energía.