La evaluación ambiental es un instrumento imprescindible para la protección del medioambiente, facilitando la incorporación de criterios de sostenibilidad en la toma de decisiones.
La evaluación constituye uno de los instrumentos más valiosos para integrar criterios de sostenibilidad (económicos, sociales y ambientales) desde las primeras fases de toma de decisiones estratégicas en un proyecto. Un proceso que se integra en las distintas fases de diseño, elaboración y revisión de un plan, programa o proyecto como un factor más para aumentar su calidad, excelencia y efectividad. En el presente artículo veremos en qué consiste, las regulaciones alrededor de este concepto y qué es importante, por lo tanto, tener en cuenta.
¿Qué es una evaluación ambiental?
La Evaluación Ambiental es un procedimiento administrativo a través del cual podemos analizar los posibles efectos significativos sobre el medioambiente de todos aquellos planes, programas y proyectos que puedan tener una afección negativa sobre el mismo. Esta incluye tanto la Evaluación Ambiental Estratégica , que se realiza en planes y programas, como la Evaluación de Impacto Ambiental, destinada a proyectos. Este tipo de evaluaciones solo se aplica a proyectos urbanísticos, quedando fuera los proyectos de edificios.
La legislación nacional de aplicación es la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental. Esta ley «establece las bases que deben regir la evaluación ambiental», garantizando «un elevado nivel de protección ambiental, con el fin de promover un desarrollo sostenible». Su objetivo último es evaluar los efectos directos e indirectos de un plan, programa o proyecto sobre los siguientes factores:
- El ser humano, la fauna y la flora.
- El suelo, el agua, el aire, el clima y el paisaje.
- Los bienes materiales y el patrimonio cultural.
- Las interacciones entre los factores anteriores.
La certificación LEED
LEED es un sistema de certificación —el más utilizado en el mundo— de edificios sostenibles, cuyo organismo desarrollador y el encargado de su validación es el USGBC (US Green Building Council, o Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos). Su finalidad es reducir el impacto ambiental global del edificio , o en otras palabras, reducir el impacto medioambiental de este considerando todo su ciclo de vida.
La certificación LEED establece siete categorías: parcelas sostenibles, ahorro de agua, eficiencia energética, elección de materiales de construcción, calidad del aire interior, localización y acceso a transporte público, e innovación en el proceso de diseño. Dentro de estos capítulos se incluyen prerrequisitos de cumplimiento obligatorio y créditos voluntarios. La justificación del cumplimiento de dichos parámetros otorga una serie de puntos, y en función del número de puntos que alcanza el proyecto —en una escala de puntuación de 100 puntos— se concede el grado de certificación: certificado (LEED Certificate), plata (Silver), oro (Gold) o platino (Platinum).
Evaluación ambiental en la certificación LEED
El objetivo o propósito de la evaluación ambiental en el ámbito de la certificación LEED es seguir los mandatos establecidos en la norma «GLOBAL DELIVERY STANDARD FOR ENVIRONMENTAL DUE DILIGENCE & RISK MANAGEMENT». Norma que garantiza una evaluación consistente de los riesgos ambientales previos al inicio de cualquier tipo de proyecto.
La categoría parcelas sostenibles ( Sustainable Sites ) comprende dos prerrequisitos: Prevención de Contaminación en Actividades de Construcción, que establece como requerimiento la creación e implantación de un Plan CES (plan de Control de Erosión y Sedimentación), y Evaluación Ambiental de la Parcela , para determinar si existe contaminación ambiental en esta y, en caso de que así sea, recuperarla.
Evaluación de la parcela
Este crédito PS (1 punto) se aplica a nueva construcción, núcleo y envolvente, educativo, superficies comerciales, centros de procesamiento de datos, almacenes y centros de distribución (logística), hoteles y salud. El propósito es, conforme a lo establecido en la LEED v4 para Diseño y Construcción de Edificios , «valorar las condiciones de la parcela antes del diseño para evaluar las opciones sostenibles y realizar un informe sobre las decisiones relativas al diseño de la parcela».
Para justificar el crédito, el estudio o valoración de la parcela deberá incluir la información que a continuación se detalla:
- Topografía y geología
Descripción de la topografía del entorno, geología específica, estudio geotécnico, áreas de riesgo de pendientes potenciales, nivel freático, minas y canteras, sismicidad.
- Hidrología
Dirección inferida del flujo de agua, riesgo de inundación, recursos de agua superficial y sitios de acumulación de agua asociados, TR-55 y percentil 95 %, infraestructuras de agua existentes.
- Clima
Descripción general, exposición e incidencia solar, efecto isla de calor, vientos dominantes, precipitaciones, lluvias y humedad, rangos de temperaturas anuales.
- Vegetación
Vegetación primitiva, tipos de vegetación primaria, zonas verdes, vegetación o árboles significantes, especies en peligro de extinción y corredores biológicos, plantas invasivas.
- Suelos
Delineación de suelos, tierras de regadío de primera calidad, suelos sanos, desarrollos previos, suelos perturbados según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (se pueden utilizar normas locales equivalentes para proyectos ubicados fuera de EE. UU.).
- Uso humano
Corredores visuales, infraestructuras de transporte existentes, propiedades y usos del suelo, preexistencias y reutilización.
- Efectos en la salud humana
Poblaciones cercanas, oportunidades de actividad física, proximidad a áreas de mayor contaminación, gas radón.
La «valoración debe demostrar las relaciones entre las características de la parcela y los elementos citados arriba y cómo estas características influyeron en el diseño del proyecto», se detalla en la guía LEED v4, que menciona también la necesidad de dar razones en caso de no tener en cuenta alguno de estos elementos.
Así pues, la evaluación ambiental de proyectos garantiza la prevención de los impactos ambientales que se puedan generar, al mismo tiempo que establece mecanismos de corrección o compensación. La evaluación revisa toda la información ambiental del sitio para identificar las fuentes potenciales de responsabilidad ambiental y evaluar su importancia en términos de riesgos para los ocupantes del proyecto y el medioambiente en general.