La construcción de infraestructuras y edificios, fundamentales para el crecimiento económico y la urbanización, ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, lo que ha comportado un aumento muy importante en la cantidad de desechos de construcción generados.
Los edificios son responsables de un tercio de los residuos totales generados en la UE, según el Instituto de Tecnología de la Construcción. Para hacer frente a esta situación y controlar a dónde van estos residuos y qué se hace con ellos, se han elaborado una serie de normativas y actuaciones, ya que no debemos hacer la vista a un lado, sino actuar de manera efectiva y sostenible.
Plan de Gestión de Residuos de construcción (PGR)
El Plan de Gestión de Residuos (PGR) es un documento esencial en el proceso de gestión de residuos de construcción y demolición. Desempeña un papel fundamental en la planificación, organización y control de la gestión de los residuos generados en proyectos de construcción.
A través del PGR, se busca optimizar la gestión de residuos con el objetivo de minimizar los impactos ambientales y garantizar una disposición adecuada de los desechos. Es un documento básico en el proceso de certificación sostenible de edificios, tal como veremos en el siguiente apartado del artículo.
Los contenidos que un Plan de Gestión de Residuos debe tener son:
- Minimización y prevención: se deben identificar las acciones que se van a llevar a cabo para prevenir la generación de residuos durante la fase de obra o reducir su producción (formación a trabajadores, minimizar sobrantes de material, protección de materiales, etc.)
- Estimación y tipología de residuos producidos en obra: cuantificar por grupos (cerámica, hormigón, madera, etc.) en tonelada y m3 y mediante su código LER.
- Operaciones de gestión de residuos: proceso de separación en obra, tipos de contenedores, localización, gestores con los que se va a trabajar, código LER y tipo de residuo que van a gestionar, distancia a la obra, porcentaje estimado de valorización, etc.
Ejemplo de información básica sobre tratamiento de residuos en un PGR
Leyes de gestión de residuos en la UE
En el ámbito europeo, la gestión de residuos ha sido un tema central en la agenda de sostenibilidad durante décadas. Dos directivas son clave en este proceso: la Directiva 2008/98/CE y su modificación posterior, la Directiva 2018/851.
El objetivo principal de las directivas es proteger el medio ambiente y la salud humana, enfatizando la importancia de utilizar unas técnicas adecuadas de gestión, recuperación y reciclado de residuos para reducir la presión sobre los recursos y mejorar su uso.
La directiva UE 2008/98/CE, también conocida como la Directiva Marco de Residuos, establece un marco legal integral para la gestión de residuos en la UE, sentando las bases para la prevención, la reutilización, el reciclaje y la valorización de residuos, reduciendo así la dependencia de la eliminación en vertederos.
Entre los principales aspectos de la directiva destacan:
- Jerarquía de residuos: establece un orden de prioridad en la gestión de residuos: prevención > preparación para la reutilización > reciclado > valorización > eliminación.
- Principio "quien contamina paga": el productor original de los residuos debe pagar los costes de la gestión de dichos residuos.
- Objetivos de reciclaje y valorización: en el caso de los residuos de construcción y demolición, se estipula que al menos un 70% de los residuos deben prepararse para la reutilización, reciclado y otra valorización.
La directiva modificatoria UE 2018/851 representó un paso adicional en la dirección de una gestión de residuos más sostenible y eficiente, introduciendo mejoras en la gestión de residuos de la UE, como nuevos objetivos de reciclado de residuos municipales o incentivos para aplicar la jerarquía de residuos anteriormente mencionada.
Gestión de residuos en certificaciones sostenibles LEED y BREEAM
Las certificaciones sostenibles, como BREEAM y LEED, desempeñan un papel crucial en la promoción de edificios respetuosos con el medio ambiente. La gestión de residuos es un componente muy importante en ambas certificaciones, aunque cada una de ellas tiene sus peculiaridades.
Por su parte, BREEAM le da mucho valor a la implementación de medidas medioambientales en la obra, por lo que una ejemplar gestión de residuos es necesaria. Antes del inicio de la obra, se requiere la elaboración de un PGR, del que hemos hablado anteriormente. En el caso de que también se vayan a generar residuos procedentes de la demolición, también se debe hacer una Auditoría Pre-ejecución, que es un documento muy similar al PGR, pero enfocado a los residuos de demolición.
Para obtener puntos BREEAM sobre la gestión de los residuos en obra también se debe monitorizar mes a mes el transporte de los residuos desde la obra al gestor correspondiente, agrupando por grupos de tipo de material (cerámica, hormigón, madera, etc.) y presentar los certificados de residuos emitidos por los gestores autorizados. Otro punto importante que BREEAM recompensa es la valorización de residuos.
Informe BREEAM de final de obra sobre la Gestión de residuos en Obra
El objetivo es recopilar los datos suficientes como para elaborar informes a final de la obra que comparen los residuos estimados en el PGR con los residuos producidos finalmente, para que nos ayuden a concienciarnos sobre el impacto que tiene la obra y mejorar a futuro.
Por su parte, LEED tiene un prerrequisito que obliga a generar un PGR con una serie de puntos a desarrollar, además de un crédito que nos permite conseguir 2 puntos en función del porcentaje de residuos que vamos a revalorizar. Como siempre, deberemos justificar todo mediante fotografías y la documentación pertinente.
Relación con Taxonomy EU y Level(s)
La gestión de residuos de construcción también se vincula con iniciativas de la Unión Europea diseñadas para fomentar prácticas más sostenibles en la construcción. Entre estas herramientas destacan Level(s) y Taxonomy EU.
Level(s) es un Marco Europeo que proporciona un lenguaje común para evaluar e informar sobre el rendimiento de sostenibilidad de los edificios a partir de 6 macroobjetivos que abordan diferentes aspectos de la sostenibilidad. El macroobjetivo en el que se encuentra recogida toda la información referente a la gestión de residuos es el segundo de ellos: ciclos de vida de materiales eficientes en recursos y circulares. Dentro de este macroobjetivo se encuentra el indicador 2.2, Residuos y materiales de construcción y demolición. Este indicador define una forma estandarizada de medir la cantidad global de residuos generados en kg.
Por otra parte, el reglamento de Taxonomía europea categoriza las actividades económicas como sostenibles o no. Por lo que respecta a los residuos de construcción, se considera que se cumple con dicho reglamento cuando se mide en el Nivel 2 el indicador 2.2 de Level(s), que acabamos de desarrollar.
En resumen, la gestión de residuos de construcción se erige como un componente indispensable en la edificación sostenible. A través de estándares como BREEAM y LEED, se ha consolidado su relevancia en la industria de la construcción, recompensando prácticas que priorizan la trazabilidad, la valorización de materiales y la documentación precisa. No obstante, la verdadera transformación se manifiesta en el terreno, donde las buenas prácticas operativas se convierten en protagonistas. La separación en la fuente, la reutilización de materiales, el reciclaje y el control de residuos son acciones concretas que impulsan la gestión de residuos sostenible.