En el contexto actual de auge en la automatización, los Sistemas de Gestión de Edificios, o BMS por sus siglas en inglés, se han consolidado como elementos esenciales para la administración eficiente de edificios.
Estos sistemas inteligentes no se limitan a la regulación de la temperatura en climatización o el nivel y la intensidad de la iluminación, sino que abarcan una amplia gama de funcionalidades, como la optimización de los procesos vinculados a la eficiencia energética del edificio, el comportamiento sostenible del edificio, la seguridad de los ocupantes y del contenido del edificio y la mejora de las condiciones de salud y bienestar.
¿Qué es un Sistema BMS?
Un Sistema de Gestión de Edificios (BMS, Building Management System) es un sistema centralizado que controla y supervisa el correcto funcionamiento de los componentes inteligentes de un edificio, con el objetivo de optimizar su funcionamiento.
Estos componentes inteligentes se pueden encontrar incorporados, entre otros, en los sistemas de climatización, ventilación, iluminación (natural y artificial), seguridad y accesibilidad, contaminación del aire interior y abastecimiento de agua. El BMS recopila información del comportamiento de estos sistemas mediante sensores y envía de vuelta comandos a los componentes inteligentes de los mismos para corregir las desviaciones que cada sistema presente con respecto a los valores que se han consignado como parámetros objetivo en las configuraciones preestablecidas.
Este proceso se gestiona a través de software especializado que tendrá diferentes características según el volumen de información a gestionar, de los sistemas gestionados y del grado de especificidad necesario para mantener la consigna de cada variable controlada.
En este sentido, los sistemas BMS tienen la capacidad de administrar tanto aspectos generales como tareas con alto grado de especificidad, de forma que serán las necesidades o funcionalidades que se requieran del sistema las que determinarán la tecnología concreta y los protocolos de comunicación a implementar en el propio BMS.
Como ejemplo ilustrativo, un sistema BMS puede actuar a nivel de conjunto del edificio, actuar de manera individual por plantas o incluso regular estancias individuales. Esto implicará que el sistema BMS sea más complejo a mayor grado de especificidad, y así mismo tendrán que serlo los sistemas e instalaciones controlados por este BMS.
Un ejemplo habitual de la operativa de un sistema BMS sería el de unas persianas motorizadas (componente inteligente) que se conectan a un BMS, que cuenta a su vez con conexión a una sonda de iluminación natural (sensor), de modo que cuando la señal que el sensor envía al BMS es superior a un valor predeterminado, el propio BMS envía comando a la persiana motorizada ordenando su despliegue.
Aplicaciones y oportunidades
Los sistemas BMS ofrecen un amplio abanico de oportunidades que pueden ser aprovechadas para mejorar significativamente la gestión de edificios y su sostenibilidad. La decisión de implantar un BMS debería ser tomada durante la fase de diseño del edificio, después de identificar las problemáticas específicas que se desean abordar con su ayuda, e incluyendo equipos y sistemas que sean compatibles con las funcionalidades que el BMS pretende ofrecer.
Es importante destacar que la implantación de un BMS se alinea con los objetivos de sostenibilidad y reducción del impacto ambiental que persiguen las principales certificaciones sostenibles como BREEAM, LEED, VERDE o DGNB. Su instalación también es una herramienta clave en el proceso de commissioning o puesta en marcha del edificio.
Veamos algunas de las aplicaciones más destacadas de los sistemas de BMS:
- Eficiencia energética: los BMS pueden optimizar el funcionamiento de los sistemas de climatización y ventilación, iluminación y otros procesos para reducir el consumo energético y las horas de funcionamiento de los equipos, lo que se traduce en menores costos operativos y una huella de carbono más baja.
- Eficiencia hídrica y otros recursos medioambientales: desde el BMS se puede llevar a cabo un control del flujo de agua en circuitos, procesos y consumo, detectando fugas o perfiles anómalos que den lugar a alarma de aviso a usuario.
- Bienestar y confort: Los BMS pueden garantizar condiciones óptimas de temperatura, humedad y concentración de contaminantes del aire interior, mejorando la satisfacción de los ocupantes y su rendimiento.
- Seguridad: La seguridad es una prioridad fundamental en cualquier entorno. Los BMS pueden integrar sistemas de detección de incendios, videovigilancia, control de acceso y alarmas, brindando una respuesta coordinada y eficaz en situaciones de emergencia.
Gestión inteligente de activos inmobiliarios
Los sistemas BMS son una herramienta clave para llevar a cabo una gestión eficiente de activos inmobiliarios, ya que ofrecen información a tiempo real sobre cómo se están comportando los diferentes sistemas de un edificio, pudiendo elaborar informes de toda la información registrada. En los edificios de nueva construcción, ya es frecuente la implantación de sistemas BMS para controlar la climatización, el agua caliente sanitaria y la ventilación, así como la iluminación.
Por ejemplo, al rastrear la frecuencia de fallos de una compuerta automática en un período determinado, la empresa propietaria puede tomar decisiones informadas sobre si es más conveniente reemplazarla o realizar reparaciones periódicas adicionales sobre esta. Esta capacidad de recuperar información detallada sobre los fallos del sistema permite la toma de decisiones informadas en tiempo real.
Además, los registros de consumo obtenidos a través de los sistemas BMS permiten realizar comparaciones antes y después de implementar acciones específicas, así como pruebas a/b, lo que posibilita una evaluación precisa de la efectividad de las medidas tomadas.
Proporcionalidad y escala de un Sistema BMS
Como hemos mencionado a lo largo de este artículo, uno de los aspectos más destacados de los sistemas BMS es su versatilidad y capacidad de adaptación a una amplia gama de edificios. Existen numerosos tipos de sistemas BMS disponibles en el mercado, y su elección se basa en consideraciones específicas de cada proyecto, teniendo en cuenta factores como la escala, la fiabilidad que se exige al sistema (veracidad de la lectura en sensores, capacidad de maniobra de los componentes inteligentes, etc.) y la granulometría de las variables a controlar.
Un sistema BMS puede implementarse de manera proporcional a las necesidades de un edificio específico. Esto significa que se puede dimensionar y configurar para satisfacer los requerimientos de control y monitoreo de un edificio en particular. Tanto si se trata de un pequeño edificio residencial como de un complejo industrial, los Sistemas BMS pueden adaptarse a conveniencia.
En conclusión, los sistemas BMS representan un avance tecnológico para el presente y el futuro de la gestión de edificios, contribuyendo a la eficiencia energética, la sostenibilidad ambiental y el confort de sus ocupantes. Su adopción no solo mejora la rentabilidad de los edificios, sino que también promueve un entorno más sostenible y seguro para quienes los habitan y trabajan en ellos.