En el mercado existen innumerables tipos de materiales de construcción. Por un lado, podríamos agrupar los naturales, cuya materia se obtiene directamente de la naturaleza y que sufren un pequeño proceso de trasformación y tratamiento: La piedra, la arena, la arcilla, la madera, el corcho, la paja, entre otros, y por otro lado, los artificiales, otros que requieren de altos procesos industriales para ser servibles: el acero inoxidable, el hormigón, los plásticos, la porcelana y el vidrio, por ejemplo.
El uso de unos u otros tipos de materiales es importante, ya que uno de los retos a nivel europeo está en disminuir al máximo las emisiones embebidas del edificio, es decir, la energía total consumida en la fabricación de los materiales y en la construcción de los edificios. Es decir, las emisiones en el proceso de obtención de la materia prima, el procesado, la fabricación y el transporte de los materiales hasta la obra. Que un edificio consiga reducir su energía embebida depende principalmente de los materiales escogidos.
Diferencia entre materiales naturales y artificiales
Los materiales naturales provienen del medio ambiente y que no hay que transformar su propia naturaleza (vegetal o mineral). En cambio, los segundos sí sufren modificaciones de su estado, necesarias para que se conviertan en elementos constructivos.
Otra diferencia entre ambos radica en el bajo impacto medioambiental y el reducido coste energético de los materiales naturales. En su mayoría, la energía que se requiere para producirlos es del sol. O si pasan por un proceso industrial, este es de muy bajo nivel. Al final, generan una huella de carbono casi neutra.
Todo lo contrario que ocurre con los materiales artificiales, cuyo proceso de transformación en fábricas emite emisiones contaminantes. También son más costosos por la energía que requieren. Por ejemplo, el gas es imprescindible para producir cerámica. Además, después de su uso se convierten en residuos industriales.
Por ello, nos conviene revalorizar y recurrir más a los tipos de materiales para la construcción que sean de origen natural. Es importante disminuir el uso de los artificiales y poner en marcha estrategias de reciclado efectivas. Recordamos que el fin de ciclo de vida de un producto es determinante para no perjudicar a nuestro entorno.
Así que, tanto si utilizamos materiales naturales como si son más industriales, debemos permitir que vuelvan a usarse. La regla de las tres R se aplica para que el balance de emisiones de dióxido de carbono pueda llegar incluso a ser negativo.
Factores que influyen para que un material sea considerado sostenible
Para saber si los materiales ecológicos de construcción se pueden considerar como sostenibles, debemos analizar unos factores que influyen en esto:
- El nivel de procesado industrial, si es bajo o nulo para su obtención.
- La fabricación, en cuanto a las materias primas de las que está producido, si estas han sido antes recicladas.
- El final de su vida útil, según la capacidad de reciclaje que tenga o no de ser reutilizado.
- Si es local y de proximidad. Esto reduce mucho el transporte, por lo que los costes son menores y la huella de carbono también.
Beneficios de la economía circular en los materiales de construcción
Existen muchos materiales sostenibles por sí mismos que nos llevan a hablar de economía circular, cómo es el caso del corcho, el vidrio, o el aluminio. Este concepto se puede llevar a cabo con muchos tipos de materiales de construcción, a pesar de que requieran distintos niveles de procesado.
Supone dejar atrás el tradicional modelo económico lineal para explotar uno en el que se da una nueva vida a los residuos. Es decir, se aprovechan los recursos más de una vez. Anteriormente, lo habitual era extraer, producir, consumir y eliminar un producto. Pero este procedimiento genera un alto impacto ambiental, tanto en la propia fabricación como en el desecho.
En un mundo más concienciado con el entorno, ahora se busca más un sistema respetuoso con el medio natural, basado en la prevención, la reparación, la reutilización y el reciclaje. Desde Zero Consulting asesoramos a nuestros clientes en la selección de los materiales para sus proyectos. Disponemos de una base de datos de declaraciones ambientales de productos, con las que podemos conocer cuál es el impacto del material durante todo su ciclo de vida. Además, tenemos herramientas complementarias que nos permiten comparar los datos por tipos de materiales de construcción.
Gracias a esto podemos elegir los materiales que menos perjudican al medioambiente. Es decir, elementos con valor y que no tienen sustancias contaminantes. Además, son sostenibles, algo muy importante para asegurar el futuro de la construcción.
En conclusión, debemos recordar que hay variedad de factores que influyen en la selección de material para un proyecto de edificación. Pero lo más importante es recabar todos los datos del producto y a base de ellos tomar una decisión enfocada a disminuir la huella ambiental de la infraestructura. Si escogemos bien los tipos de materiales de construcción, estamos aportando al cuidado del planeta, al usar elementos sostenibles y sin que nosotros perdamos calidad de vida en la vivienda.
