Estrategias de diseño para implementar el concepto WELL lighting en el lugar de trabajo y la vivienda.
¿Por qué es fundamental la luz en un edificio saludable? ¿Cómo podemos conseguir un buen diseño de iluminación? Conoce los diferentes enfoques, pautas y estrategias para alcanzar los objetivos de este concepto de la certificación WELL.
La certificación WELL tiene como misión crear edificios saludables donde las personas sientan conexión con la naturaleza, sus biorritmos y ciclos naturales. Siguiendo este razonamiento, WELL considera la iluminación como uno de sus 10 pilares fundamentales.
En este artículo nos centraremos en los elementos influenciados por el diseño lumínico: los ritmos circadianos, la luz natural y artificial, su control y deslumbramiento y su pedagogía.
La importancia de los ritmos circadianos
La mayoría de los espacios que habitamos disponen de condiciones de iluminación diseñadas para satisfacer las necesidades visuales de las personas, pero habitualmente no aplican parámetros como el bienestar, la salud mental o los ritmos circadianos.
Según el National Institute of General Medical Sciences (NIGMS), “los ritmos circadianos son los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente".
La principal señal que influye en los ritmos circadianos es la luz del día, la cual puede activar y desactivar los genes que controlan la estructura molecular de los relojes biológicos.
Aquí tienes un pequeño esquema de cómo funcionan y cómo nos afectan:
Sus influencias son muchas: la secreción hormonal, los hábitos alimentarios y la digestión, la temperatura corporal, entre otras. Si nuestro ritmo circadiano es irregular, puede derivar a un trastorno del sueño, obesidad, depresión, así como otros trastornos afectivos estacionales.
Otros estudios científicos avalan los ritmos circadianos como uno de los principales factores de influencia en el bienestar de las personas, siendo toda la luz visible (no solo la solar) la que afecta a los diferentes procesos fisiológicos.
Con esta premisa como base, el concepto WELL lighting promueve la exposición a la luz con el objetivo de crear entornos de iluminación óptimos para la salud visual, mental y biológica.
Una vez conocida la importancia del ritmo circadiano en la certificación WELL, ¿cómo lo aplicamos al diseño de nuestro edificio?
El juego de la iluminación natural en el diseño
Percibimos la luz natural solar de distintos modos, dependiendo de la superficie donde se exponga: luz solar directa, difusa, reflejada del terreno, en obstáculos...
Su percepción también está condicionada por la región de ondas electromagnéticas que nuestro ojo es capaz de percibir, o en otras palabras, nuestro espectro visible. Dependiendo de las longitudes de onda que nuestro ojo puede percibir, recibimos la luz de distintos modos.
Por ejemplo, si comparamos tonos de luz, la luz solar es mucho más luminosa en el espectro azul que la luz artificial, siendo la más efectiva a la hora de sincronizar nuestro ritmo circadiano.
Los estudios de iluminación natural, o simulaciones lumínicas, son la mejor herramienta para el estudio de la mayoría de los conceptos que implica WELL. Mediante ellas podemos conocer la cantidad de luz natural que reciben los ocupantes del edificio, su calidad, las zonas susceptibles al deslumbramiento, así como su iluminancia requerida.
La calidad de la iluminación artificial
No todo se basa en la luz natural. La cantidad de luz que recibimos mientras trabajamos en la oficina, o leyendo en casa, la temperatura del color, el índice de reproducción cromática o el espectro azul de la luz que estemos recibiendo también impacta nuestro ritmo biológico, nuestra productividad y estado de ánimo.
La imagen anterior corresponde a la Escuela Imagine Montessori, donde realizamos una la simulación de iluminación circadiana que permitió conseguir una iluminación artificial en armonía con la iluminación natural del proyecto.
En línea con los ritmos circadianos, el estudio se basó en la temperatura de color necesaria de la iluminación artificial a lo largo del día, para acompañar al ritmo circadiano de los estudiantes que ocupaban el edificio según la salida y la puesta de sol.
Así entonces, es de igual importancia realizar un buen diseño de la iluminación artificial y combinarlo con los estudios realizados de iluminación natural para obtener un equilibrio respetuoso con los ciclos naturales.
Los niveles mínimos de iluminancia elaborados por la norma UNE-EN 12464-1 nos marcan los límites para pautar este equilibrio. La iluminancia es una medida usada para cuantificar la cantidad de luz que incide sobre una superficie, y sus niveles varían según la tipología de uso de las diferentes zonas.
Para los lugares de trabajo en interiores, la norma especifica los siguientes parámetros:
Tipo de interior, tarea y actividad | lux (lm/m²) |
Archivo, copias, etc. | 300 |
Escritura, lectura, tratamiento de datos | 500 |
Salas de reuniones | 500 |
Mostrador de recepción | 300 |
Control lumínico del usuario y deslumbramiento
Una vez identificado el balance entre la luz natural y artificial, es conveniente poder controlar la luz según el momento del día y el espacio en que la usamos.
Controlando y adaptando la iluminación conseguimos grandes mejoras en la creación de entornos que reduzcan la interrupción de nuestra fase circadiana, mejoran la calidad del sueño e impactan positivamente en nuestro estado de ánimo y productividad.
Existen varios modos de control solar que nos ayudan a evitar factores como el deslumbramiento. Podemos aplicarlos durante la fase de diseño del edificio y que actúen como agentes pasivos, como voladizos o retranqueos en ventanas; o bien una vez terminado el edificio, como persianas venecianas, cortinas, láminas de protección solar, toldos,...
Estos últimos nos permiten controlar y programar la luz de una forma activa, según nos convenga mejor.
Realizar una simulación lumínica durante la fase de diseño nos ayudará a planificar nuestra estrategia lumínica desde el inicio del proyecto, así como predefinir el coste asociado lumínico al largo de la vida útil de nuestro edificio.
Disponibilidad de material didáctico sobre la iluminación del edificio
La posibilidad de conocer el funcionamiento de nuestros biorritmos nos hará aprender de ellos, así como a valorar el impacto y la influencia de la luz.
Es importante entonces proporcionar a los habitantes del edificio recursos educativos (físicos o digitales, pero siempre de fuentes verificadas) donde puedan documentarse sobre el ritmo circadiano, la higiene del sueño, los aumentos en los requisitos de luz relacionados con la edad o la importancia de la exposición a la luz del día en la salud circadiana y mental.