Las hipotecas verdes, también conocidas como hipotecas ecológicas, están cada vez más presentes en el panorama de las finanzas y la construcción sostenible. Estas herramientas financieras no solo promueven la adquisición de viviendas amigables con el medio ambiente, sino que también ofrecen a los prestatarios una serie de beneficios económicos que no deben pasarse por alto.
¿Qué es una hipoteca verde?
Las hipotecas verdes, también conocidas como hipotecas ecológicas están diseñadas específicamente para financiar la adquisición, construcción o renovación de viviendas sostenibles, promoviendo así la protección del medio ambiente y la reducción del impacto ambiental. El objetivo final de este tipo de financiación es contribuir a la descarbonización del parque inmobiliario, es decir, reducir las emisiones de CO2 derivadas de su construcción y funcionamiento.
Este tipo de préstamos ofrecen ventajas financieras dependiendo del banco que las otorgue. Algunos de los beneficios económicos más comunes son:
- Interés 0,05 o 0,10 puntos más bajo
- No se cobra la comisión de apertura
- Se incluyen menos seguros asociados
Aunque las hipotecas verdes no son aún muy comunes en España, actualmente nueve bancos, incluyendo instituciones financieras reconocidas como BBVA, Santander y Bankinter, ya están ofreciendo este tipo de préstamos. Esto demuestra un compromiso creciente por parte de las entidades financieras para promover la sostenibilidad y apoyar la transición hacia viviendas más ecológicas.
Es importante saber que no todas las viviendas pueden acceder a una hipoteca verde. Como su nombre indica, están pensadas para promover la edificación sostenible, por lo que sólo aquellos inmuebles que sean bajos en emisiones de carbono a la vez que eficientes energéticamente podrán optar a este tipo de financiación y sus consecuentes beneficios. Los requisitos más frecuentes para pedir una hipoteca verde son:
- Que la calificación energética de la vivienda sea de nivel A. Algunos bancos, como BBVA, se conforman con B.
- Si la hipoteca se pide para rehabilitar un inmueble, se tiene que alcanzar el nivel de eficiencia A.
Al invertir en una vivienda con una calificación energética alta, los propietarios pueden disfrutar de un consumo de energía más eficiente, lo que se traduce en ahorros en las facturas de servicios.
Taxonomy EU en las hipotecas verdes
La Taxonomía Europea desempeña un papel fundamental en el contexto de las hipotecas verdes. Este reglamento proporciona una clasificación y definición claras de las actividades económicas que contribuyen a los objetivos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. En el caso de las hipotecas verdes, la Taxonomía EU ayuda a identificar y evaluar si una vivienda cumple con los criterios de sostenibilidad necesarios para acceder a este tipo de financiación.
Al basarse en estándares y criterios claros, la Taxonomía EU proporciona transparencia y confianza tanto a los prestatarios como a los prestamistas. Permite a los bancos evaluar de manera objetiva si una vivienda cumple con los requisitos de sostenibilidad necesarios para acceder a una hipoteca verde. Asimismo, brinda a los prestatarios la seguridad de que están invirtiendo en una vivienda que cumple con los estándares más altos de sostenibilidad y eficiencia energética.
La inclusión de la Taxonomía EU en las hipotecas verdes también contribuye a la armonización y estandarización de este tipo de financiación a nivel europeo. Al establecer criterios comunes, se facilita la comparación y evaluación de las viviendas sostenibles en diferentes países. Esto fomenta la cooperación entre los Estados miembros de la UE y promueve la adopción de prácticas más sostenibles en el sector inmobiliario en general.
La iniciativa EEMI (Energy Efficient Mortgages Initiative)
En el ámbito europeo, la principal referencia en hipotecas verdes es la Iniciativa EEMI (Energy Efficient Mortgages Initiative). Esta iniciativa, desarrollada en 2015, tiene como objetivo definir y promover las hipotecas de eficiencia energética (EEM, por sus siglas en inglés) en Europa.
A través de la creación de un marco sólido, la EEMI busca beneficiar a todas las partes involucradas en el sector de la vivienda, al tiempo que contribuye al mejoramiento del medio ambiente.
El EEMI se alinea con la legislación y políticas europeas, actuando como nexo para las iniciativas políticas de la UE en áreas de finanzas sostenibles, políticas energéticas y políticas climáticas. Busca movilizar la industria hipotecaria de la UE y desbloquear el potencial de ahorro de energía de la región, con la mira puesta en lograr la neutralidad climática para el año 2050, un objetivo central del Pacto Verde Europeo.
Uno de los componentes de la EEMI es la Etiqueta EEM, la cual identifica aquellos edificios que se consideran eficientes energéticamente, hecho que proporciona un mecanismo para que los bancos se alineen con los requisitos de la Taxonomía Europea a lo largo del tiempo y potenciando así su "Green Asset Ratio", contribuye a que el número de activos inmobiliarios sostenibles en sus carteras vaya en aumento. En definitiva, esto contribuye al cumplimiento de los criterios ESG de las empresas gestoras de activos inmobiliarios.
La iniciativa también presta atención a la estrecha relación entre el riesgo climático y la estabilidad financiera. Recordemos que la herramienta CRREM pone el punto de mira esta relación financiera.
En 2018 se publicó un plan de acción para impulsar la Iniciativa EEMI, denominado EeMAP (Energy Efficient Mortgages Action Plan), proyecto en el cual la red europea de GBCs participa como socio. El objetivo principal de esta iniciativa es establecer una "hipoteca de eficiencia energética" estandarizada a nivel europeo. Bajo este esquema, los propietarios de edificios reciben incentivos financieros para mejorar la eficiencia energética de sus propiedades o para adquirir viviendas que ya cumplen con altos estándares de eficiencia energética.
En conclusión, las hipotecas verdes representan una innovadora y atractiva opción en el ámbito financiero y de la construcción sostenible. La Iniciativa EEMI y otros esfuerzos europeos establecen un marco para el desarrollo y promoción de las hipotecas de eficiencia energética, ofreciendo beneficios tanto para los prestatarios como para el medio ambiente.