Los proyectos sostenibles integran la sostenibilidad en el diseño, involucrando además a todas las partes. Se abordan desde una visión interdisciplinar para garantizar el mejor resultado.
Un proyecto sostenible integra los conceptos de sostenibilidad desde el inicio y durante todas las etapas del proyecto constructivo, en un proceso integrado de diseño en el que se suman todas las visiones. Permite, entre otros beneficios, disminuir el consumo de energía en más de un 40 % respecto a un edificio convencional. A continuación veremos qué caracteriza a los proyectos sostenibles y algunos ejemplos de proyectos que han marcado un antes y un después en el mundo.
¿Qué es un proyecto sostenible? ¿Cómo diseñar edificios sostenibles?
Los proyectos sostenibles son aquellos que integran los conceptos de sostenibilidad en el diseño del edificio y a lo largo de todas las fases del proyecto, permitiendo entre otras cosas limitar su demanda energética. Los edificios sostenibles reducen notablemente el consumo de energía y otros recursos respecto a los convencionales. Incluso pueden llegar a suplir el total de la demanda en caso de incorporar energías renovables.
Asimismo, para construir un edificio sostenible es preciso alcanzar un compromiso con las distintas partes —las diferentes disciplinas— involucradas en su diseño y construcción. Diseñadores, arquitectura e ingeniería, propiedad, ocupantes, compañía constructora… todos tienen que participar de forma integrada en lo que denominamos proceso integrado de diseño.
Las características que hacen a un edificio sostenible
Un proyecto sostenible integra el medioambiente y la sociedad durante el diseño y ejecución del proyecto constructivo, al mismo tiempo que logra la viabilidad económica. Los edificios sostenibles se proyectan pensando en un mayor ahorro energético, utilizando recursos naturales renovables que no comprometan el entorno y analizando el ciclo de vida de procesos y materiales.
Los proyectos de edificación sostenible crean espacios confortables y saludables, que cubran necesidades sociales mientras se mantienen dentro de las limitaciones presupuestarias. Basándose en los pilares de la arquitectura sostenible, los pilares ambiental, económico y social:
- Optimización o uso eficiente de los recursos y materiales empleados.
- Disminución del consumo energético del edificio y utilización de energías renovables.
- Reducción de los residuos y emisiones de carbono generadas en la vida útil del edificio.
- Disminución del mantenimiento y de los costes de explotación y uso de los edificios.
- Aumento del bienestar de sus ocupantes, así como de la calidad de vida de los ciudadanos.
Los proyectos sostenibles integran los conceptos de sostenibilidad e involucran a todas las partes, desde las fases preliminares, para lograr sinergias, reducir costes y conseguir los mejores resultados.
¿Cómo proyectar un edificio sostenible? 3 ejemplos de proyectos sostenibles
Un edificio sostenible va más allá de aplicar simples medidas de energías renovables o materiales ecológicos. Proyectos como el de la escuela Imagine Montessori (Valencia), la primera con certificación BREEAM y Verde, son un buen ejemplo de ello. Con un sistema de iluminación LED automático que se adapta a la intensidad y el color de la luz natural, permite no solo reducir el consumo, sino también favorecer el confort visual. Un espacio único, integrado en la naturaleza, con aulas amplias y conectadas al exterior.
Minimizar el impacto ambiental mediante la reducción de recursos, el uso de materiales reciclados, trabajar de manera integrada desde el inicio. Todo ello hace que haya un antes y un después en la forma de enfocar la arquitectura. Hemos pasado de una visión antigua centrada en la figura de la arquitectura a una visión más interdisciplinar, donde se incorporan muchos más conceptos para trabajar los proyectos desde el comienzo.
La terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, es el proyecto de más envergadura en el mundo —más de 1 millón de metros cuadrados construidos— que incorpora el bambú como material sostenible. Obra de Antonio Lamela en colaboración con Richard Rogers, la T4 tiene muy presente la eficiencia energética y de materiales; su diseño industrial permite reemplazar elementos fácilmente y los grandes patios lineales optimizan la entrada de luz natural.
Por su parte, la también madrileña Ciudad de las Comunicaciones, del arquitecto Rafael de la Hoz, es el mayor complejo urbanístico realizado en Europa en vidrio. La elección de fachadas de este material permite un considerable ahorro en iluminación y, por tanto, en consumo de energía. Sede de Telefónica, la extensa cubierta de protección y captación solar bajo la que se ubica el conjunto de edificios alberga 16 600 paneles fotovoltaicos que ocupan 25 000 m2, una de las mayores superficies de paneles solares del continente.
Estos ejemplos que hemos visto refuerzan la idea de grandes proyectos sostenibles que se han trabajado desde el inicio, aportando más valor a la sostenibilidad. Y es que cuanto antes se comience a trabajar el proyecto de edificación incorporando los principios y conceptos de sostenibilidad, mejor será el resultado. En suma, lograremos mejores resultados con menores costes.